Amalfi

Hoy en día es una pequeña aldea que apenas tiene puerto.

Los primeros registros de su existencia, sin embargo no aparecen hasta cien años después, en el siglo VI. En la edad media Amalfi fue ciudad-estado independiente, con una población de 50 mil personas, dirigida por duques. Amalfi se volvió la fuente de la innovación en derecho, tecnología y ciencia marítima. La gran etapa de gloria de Amalfi en la historia llego gracias a las combinaciones fortuitas de eventos que esta pequeña localidad supo explotar. De este modo, aquí se llevo se llevo a cabo la innovación y el desarrollo naval, en vez de en alguno de los centros navales del Mediterráneo mas antiguos y ya establecidos.

Es por ello que Amalfi sobresalió en la navegación antes de Venecia y el porque la bújala y los códigos de navegación se desarrollaron aquí, en vez de cualquier otro lado.

Ya que Amalfi se estableció como una potencia marítima en los siglos XII y XIII, construyo su fuerza naval, pero su  naciente poderío  militar fue utilizado al dirigirlo contra los normandos a sofocar rebeliones en toda la región; su marina se convirtió en el talón de Aquiles de Amalfi y por lo tanto en instrumento de su destrucción inminente.

Diferentes fuentes italianas prueban que los navegantes de Amalfi sabían de la aguja magnética en las primeras décadas del siglo XIII, pues fue una potencia naval dominante en el Mediterráneo durante un periodo relativamente corto.

Cuando Venecia y Génova asumieron el liderazgo, muchos eruditos creyeron que los navegantes de Amalfi habían sido los primeros en utilizar la bruja magnética en el Mediterráneo.

Sin embargo, la referencia literaria definitiva con respecto a la invención de la brújula de los navegantes en Amalfi, fue elaborada por un importante historiador italiano Flavio Biondo, quien nació en 1385 y vivió en la ciudad de Forlì, en las llanuras del noroeste de Italia.