jueves, 8 de diciembre de 2011

Flavio Gioia

En  1901, la gente de Amalfi se encontraba  planeando la gran celebración por la invención de la brújula en su ciudad, escogieron el año 1902 como el sexto centenario del evento. Los habitantes decidieron colocar placas conmemorativas y mandar hacer una estatua de la persona que ellos creían había inventado el glorioso instrumento de navegación en 1302. Todos en Amalfi conocían su nombre: Flavio Gioia.
Pero mas allá del nombre, nadie en Amalfi sabía nada acerca de este nombre: cuando nació, cuando murió, donde vivió, que hizo además de inventar la brújula, si tenía familia y, lo más importante como era físicamente. Todo esto permanecía en misterio. Un escultor le dio un rostro a Flavio Gioia, una altura, una constitución y ropa, incluyendo una capucha, y lo represento sosteniendo una brújula en sus manos, y estudiándola con una expresión seria.
En mayo del mismo año una carta fue publicada  en el periódico de Napoles la cual  llamo la atención al cuestionar el motivo de toda la celebración. La carta, publicada en el número del 22 de mayo tenía como titulo “Acerca del aniversario de la brújula”. El escrito cuestionaba la existencia de Flavio Gioia.
En poco tiempo el padre Bertelli apareció nuevamente con una carta, en esta carta exponía detalladamente los resultados clave de las tres décadas de investigación de la historia de la invención de la brújula. La segunda parte de la declaración es de Flavio Biondo. El padre Bertellini ocasiono una malinterpretación  con el nombre.
Las referencias de Amalfi y la brújula continuaron, todas repitiendo la misma malinterpretación y aseverando que Flavio era el inventor de la brújula en vez del portador de la información del inventor, y de esta manera la historia fue perpetuada a través de los siglos.
El primero que añadió el apellido Gioia al nombre Flavio fue Scipione Mazzella, historiador napolitano, quien en 1570 escribió un libro sobre la descripción Nápoles.
Entonces, claramente hay un problema de nombres. La gente de Amalfi se percato de que no era suficiente reclamar su gloria atribuida a la invención de la brújula. Ellos deseaban un nombre, fuera o no real, y ya tenían uno.
Pero no importa que nombre le demos al inventor de la brújula de Amalfi, el hecho importante es que algunas personas o grupos de Amalfi inventaron la brújula en caja, empleada en la navegación.


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